Potencias de goma de árbol supercondensadores más verdes
Un producto de desecho natural de los árboles indios podría tener la clave para construir supercondensadores más sostenibles y eficientes, prometiendo un avance para el almacenamiento de energía verde.
Un chicle de desechos producido por árboles nativos de la India pronto podría revolucionar el mundo del almacenamiento de energía.Los científicos de las universidades de Escocia, Corea del Sur e India han descubierto una manera de convertir este material natural pasado por alto en una potente actualización para los supercondensadores: los dispositivos de almacenamiento de energía de alta velocidad utilizados en todo, desde vehículos eléctricos hasta sistemas de cuadrícula.
Los supercondensadores, a diferencia de las baterías tradicionales, pueden cargarse y descargarse extremadamente rápido.Sin embargo, tienden a perder el rendimiento con el tiempo debido a las reacciones químicas dentro del dispositivo, particularmente cuando los electrolitos ácidos corroen los electrodos metálicos.Esta lenta degradación no solo reduce la eficiencia, sino que también se suma al creciente problema de los desechos electrónicos, ya que los componentes descartados se acumulan en los vertederos.
El equipo de investigación cree que han encontrado una solución ecológica en una fuente poco probable: Gum Kondagogu.Este polisacárido natural es secretado por la corteza del árbol Cochlospermum Gossypium, comúnmente encontrado en la India.Típicamente visto como un producto de desecho, la goma ahora ha mostrado potencial para extender drásticamente la vida de los supercondensadores.Los investigadores explican cómo combinaron la goma de Kondagogu con alginato de sodio, otro compuesto derivado de plantas, para crear un biopolímero similar a una esponja, que han denominado KS.
Cuando se agrega al electrolito de un supercondensador convencional, el material KS forma una capa protectora en los electrodos de carbono.Este escudo evita la descomposición física que generalmente ocurre durante los ciclos de carga repetidos, al tiempo que permite que los iones pasen libremente, un factor crítico para mantener el rendimiento.El resultado?Supercondensadores que podrían resistir decenas de miles de ciclos más sin pérdida significativa de capacidad, reduciendo la necesidad de reemplazos y reduciendo los desechos electrónicos.Si se escala con éxito, esta tecnología derivada de árboles podría marcar un gran salto hacia adelante para el almacenamiento de energía sostenible, combinando un alto rendimiento con una huella ambiental más ligera.